La candidatura ha contado con el apoyo de diversas instituciones, asociaciones de productores y la sociedad asturiana en general. Además, las sidrerías, los lagareros y los cultivadores de manzanos han sido actores fundamentales en este proceso.
Un nombre destaca especialmente en este esfuerzo colectivo: Luis Benito García, director de la Cátedra de la Sidra de la Universidad de Oviedo. Historiador y profundo conocedor de la tradición sidrera, García ha sido el promotor principal de la candidatura, coordinando los trabajos y aunando voluntades para lograr este reconocimiento internacional. Su dedicación y compromiso han sido fundamentales para que la cultura sidrera asturiana esté a las puertas de ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Por su parte, el Ministerio de Cultura ha destacado la importancia de este reconocimiento para la promoción internacional de las tradiciones asturianas, al tiempo que refuerza el compromiso de España con la preservación de su patrimonio cultural.